Semana 3
Que el cine es una de mis mayores aficiones no es ningún secreto, ya os lo había contado en mi presentación el primer día. Lo que no sabéis es hasta qué punto soy cinéfila, aunque si os digo que mis amigos nunca quieren jugar conmigo a nada que implique preguntas sobre el séptimo arte os podéis hacer una idea...
Una de las cosas que más me gustan del cine es que es educativo sin pretenderlo, y es que he aprendido más sobre historia viendo películas que en seis años de instituto. Recuerdo que una de las historias que más me impactaron fue la de "Las Trece Rosas", cuya vida fue llevada al cine en 2007 por el director español Emilio Martínez-Lázaro.
Las Trece Rosas, cuyo apelativo lo popularizó una hija de Marie Curie, es el nombre por el que se conoce a un grupo de trece jóvenes, la mayoría menores de edad, fusiladas por la Dictadura de Francisco Franco en Madrid el 5 de agosto de 1939, cuatro meses después de finalizar la Guerra Civil Española. Aunque supuestamente se las culpo por el asesinato de un comandante de la Guardia Civil, Isaac Gabaldón, su hija y su chófer el 27 de julio anterior, la realidad es que las detenidas se hallaban ya en prisión en esa fecha. El 3 de agosto de 1939, la sentencia del fiscal del Consejo Permanente de Guerra encontró a l grupo de mujeres como «responsables de un delito de adhesión a la rebelión».
Estas Trece Rosas fueron Carmen Barrero Aguado, Martina Barroso García, Blanca Brisac Vázquez, Pilar Bueno Ibáñez, Julia Conesa Conesa, Adelina García Casillas, Elena Gil Olaya, Virtudes González García, Ana López Gallego, Joaquina López Laffite, Dionisia Manzanero Salas, Victoria Muñoz García y Luisa Rodríguez de la Fuente.
En una de las épocas más complicadas de la historia de España nos encontramos con un grupo de mujeres que se saltan los estereotipos de la época y se convierten en auténticas heroínas de la posguerra de la cruel Guerra Civil que asoló todo el país. Estas mujeres no eran meras amas de casa, madres y esposas, eran modistas, una pianista, una secretaria, una sastre,... y tres de ellas eran activistas de las Juventudes Socialistas Unificadas (JSU). Fueron mujeres encarceladas injustamente por llevar vidas fuera del hogar, por luchar por la democracia y la libertad en una época donde la palabra "libertad" era sinónimo de "rojo". Se cuenta que, estas mujeres fueron valientes hasta el final, y así lo demuestran las cartas de despedida que mandaron a su familia antes de ser ejecutadas, como la de Blanca Brisac Vázquez, que se despedía de su hijo diciéndole "Voy a morir con la cabeza alta sólo te pido que quieras a todos y que no guardes nunca rencor a los que dieron muerte a tus padres, eso nunca. Las personas buenas no guardan rencor Enrique. Que te hagan hacer la comunión, pero bien preparado, tan bien cimentada la religión como me la cimentaron a mí, hijo. Hasta la eternidad" o las últimas palabras de Ana lópez Gallego, que tras permanecer con vida después de la primera descarga, inquirió con bravura a sus ejecutores: “¿Es que a mí no me matan?”.
Todo parece indicar que el gobierno franquista pretendía limpiar el país de todo aquel sospechoso de ser republicano y aquellas trece mujeres, elegidas al azar entre las 4.000 reclusas encarceladas en las Ventas, saciaron con su muerte las ansias de supremacía del dictador.
Como ya os he comento al principio, esta triste historia nunca habría llegado a mi sino llega a ser por el cine (los libros de historia no incluyen apenas mujeres), por lo que he de resaltar como mi fuente principal la película "Las Trece Rosas" de Emilio Martínez-Lázaro, pero como el cine siempre incluye una parte de ficción, he buscado más información sobre estas trece mujeres a través de internet en webs como wikipedia.org, blogs.publico.es y lavanguardia.com. También debo resaltar la colaboración de mi padre, al cual llamé antes de empezar a escribir para preguntarle si Las Trece Rosas le parecían un buen ejemplo de feminismo y lucha por la igualdad (gracias papá, por inculcarme el amor al cine y la literatura).
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